*Por José Eduardo Mora
Especial para ¡Qué Torta!
Hace varios años que se perdió el respeto y la visión por la Selección Nacional, que lejos de ser vista como lo que es, una institución nacional, se ve como un laboratorio al que puede ser convocado cualquier jugador sin haber hecho méritos para ello.
Aquella idea de que al seleccionado iban los mejores está superada. Ahora va cualquier futbolista, incluso los que no juegan, porque al entrenador alguien le contó que era un gran prospecto.
La constatación de que a la Tricolor ya no van los mejores es la última convocatoria realizada en este caso por el técnico Gustavo Alfaro. En esta Selección, si bien es para un fogueo menor, porque El Salvador anda en horas bajas, no están los mejores.
Hay futbolistas que no han jugado ni un solo minuto en el actual torneo y si lo hicieron en el anterior fue a cuentagotas.
Jeyland Mitchell es un ejemplo claro de lo afirmado. No ha jugado. ¿Dónde está el mérito para ser llamado a la Selección? Douglas Sequeira apenas comienza su andadura en la Primera División y ha sido cuestionado en su propio club.
De igual manera, Ian Lawrence, de Alajuelense, ha demostrado muy poco para ocupar esa plaza en el sector izquierdo y lo mismo sucede con Jael López, aunque ha tenido más regularidad.
Hoy ser parte de la Selección Nacional de Costa Rica es muy fácil, muy barato. Ya no se aspira a la excelencia, sino a ensayos sinsentido y sin futuro. Y los resultados están a la vista.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez. Esta columna se publica a diario en FXD y EL JORNAL