*Por Roberto Acosta Díaz
Este texto jamás pretenderá poner en discusión el ejercicio del derecho de la libertad de expresión y prensa en Costa Rica o cualquier parte del mundo.
Sea que un periodista titulado o no (cualquiera que ejerza la libertad de expresión se puede hacer llamar periodista, según la resolución número 2019015039 de la Sala Constitucional, reiterando la opinión consultiva No. 0C-5/85 de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos) informe al país con los más altos valores éticos y profesionales es bienvenido y digno de admiración por la ciudadanía si esto representa una defensa ante los abusos del poder.
Eso sí, cabe destacar que en cuanto al concepto de libertad de prensa que expresa la Sala Cuarta especifica un detalle determinante: “En el caso de la libertad de prensa, tiene una dimensión social evidente, que es precisamente el derecho de las personas a recibir una información, adecuada y oportuna (no manipulada)”.
¿Y qué pasa si la información que divulga un medio en particular es manipulada? ¿Viola ese derecho? ¿Qué sanciones hay? ¿Se castigan los intereses de quienes impulsan un recurso de amparo para defender “la libertad de expresión y prensa” encubiertos por algún interés político?
Este es el centro de la discusión y para que quienes han llegado hasta este punto es clave compartir las siguientes fechas:
31 de mayo del 2019: Elmundo.cr publica la noticia titulada: “Diputado Enrique Sánchez firmó contrato de servicios profesionales sin ser periodista”. En ese artículo se evidencia cómo el legislador del Partido Acción Ciudadana (PAC) firmó unos contratos el 1.° de junio del 2010 dando fe que era licenciado en Periodismo y que se comprometió a brindar servicios profesionales en esa área en la campaña electoral del 2010.
Aunque Sánchez atribuyó su firma a un “error material” es aún más grave que le haya mentido a la reportera que le consultó si era graduado a lo que respondió que sí, que era egresado en Comunicación de la Universidad de Costa Rica (UCR) en el 2002.
El legislador solo cuenta con el bachillerato de colegio y después del escándalo anunció que terminaría sus estudios universitarios.
31 de mayo del 2019: El Colegio de Periodistas de Costa Rica (Colper) reacciona ante la información y emite un comunicado en el que especifica que “ninguna persona puede llamarse periodista, por más experiencia que tenga si no tiene los estudios correspondientes para ejercerlo”.
En aquella publicación del Colper, quienes promovieron un recurso de amparo contra ese órgano porque aquella posición constituía una amenaza en el ejercicio del cargo de periodista que violentaba la libertad de expresión y prensa, se indignaron y lanzaron críticas duras.
Luis Madrigal Mena: “Su desconocimiento de los reiterados pronunciamientos de la Sala Constitucional y de los alcances de la Opinión Consultiva de la Corte Interamericana sobre colegiatura es vergonzosa, digna de algo como el Colper”.
César R. Barrantes: “Señores del COLPER, nada cuesta preguntarle a la CIDH y a la RAE qué opinan. La primera emite pronunciamientos vinculantes para el ordenamiento jurídico nacional y la segunda respalda y sistematiza usos lingüísticos ampliamente aceptados por las sociedades de habla hispana. Las opiniones de ambas discrepan con la de ustedes. Los pronunciamientos de la CIDH son vinculantes para la colectividad de personas físicas y jurídicas sometidas al derecho costarricense, incluidos ustedes, en cambio, los de ustedes solamente alcanzan a sus colegiados”.
Desde ese momento se gestó un plan para asestarle un golpe revanchista al Colegio de Periodistas, que claramente cometió un error con su postura, pero basado en el desprestigio político que sufrió el diputado Sánchez (esto es una interpretación de los hechos sustentada en fechas y acontecimientos, por aquello de los “double checkers”).
Quienes participaron del “salacuartazo” (coadyuvó en la causa el abogado Alejandro Fernández Sanabria) JAMÁS expresarán que sus intenciones fueron desviar la atención del problemón en el que se metió el legislador PAC o siquiera generar una sentencia que lo beneficiara (Sánchez puede decir libremente que es periodista sin problemas); asegurarán que sus convicciones se originan en la defensa de la libertad de expresión y prensa, tal como se lee en el fallo integral de la Sala Cuarta (por aquello de los “double checkers”, esto no es “fake”).
El problema con Sánchez, tal como se ha expuesto, es que mintió, sí, mintió al decir que era licenciado en Periodismo (no lo es, reitero). Ni siquiera fue que dijo que era periodista, tal vez hubiera sido un detalle perdonable e insignificante (todos somos periodistas).
Seguimos con las fechas:
5 de junio del 2019: El Colegio de Periodistas emite otro boletín en su perfil oficial de Facebook en el que reitera su posición del 31 de mayo del 2019. “El Colper se compromete a cumplir a cabalidad y apegado al artículo 1°, inciso b, de ‘defender los intereses de sus agremiados, individual y colectivamente’, en las siguientes acciones:
- Solicitar a las personas que se hacen llamar periodistas y que no tienen título que lo acredite que desistan en denominarse como tal.
- En el caso de que las personas se sigan identificando como periodistas, sin tener el título académico que lo acredite, serán denunciadas ante los órganos competentes”.
El Colper cometió un error grueso al establecer una ‘persecución’ contra quienes se identificaban como periodistas sin tener un título académico y denunciarlos. Eso es lamentable.
Pero la equivocación es más grave porque sirvió de gancho y justificación para que el grupo antes mencionado alistara una acción legal para proteger a Sánchez alzando la bandera de “la libertad de expresión”. En buen tico, se las pusieron picando en el área y mataron dos pájaros de un solo tiro.
En esa publicación del Colper, el fuego brotó como nunca en Facebook.
Luis Madrigal: “Luis Manuel Madrigal Mena, cédula de identidad 116620841. Autodenominado periodista desde 2009, aunque al Colper no le guste. Pueden proceder con gusto”.
Alejandro Fernandez Sanabria: “Colper, deje de hablar paja. Inicie las denuncias ya. Soy periodista y publico en CR como tal desde hace 11 años pero no tengo título en la materia. También lo reto a denunciar a directores de medios ticos sin título universitario de periodista ni colegiatura. Cédula 111930936, afersanab@gmail.com. Espero la notificación”.
César R. Barrantes: “Señores de la JD del Colper, andaba en la Sala Constitucional dejándoles un recado. Buenas noches y mucha paz para sus atribulados corazones”.
7 de julio del 2019: Luis Madrigal presenta el recurso de amparo ante la Sala Cuarta.
9 de agosto del 2019: Sala Cuarta resuelve parcialmente con lugar y reitera que para ser periodista profesional no se necesita título de nada.
25 de setiembre del 2019: Colegio de Periodistas emite un comunicado: “El Colegio de Periodistas de Costa Rica rectifica y declara que no solicitará a las personas que se denominan periodistas sin tener el título académico, que desistan en denominarse tales. Tampoco denunciará ante los órganos competentes a aquellas personas que se identifiquen como periodistas sin tener el título”.
Fin de la historia. Haga sus números.
*Licenciado en Producción de Medios.