Las condenas de un tribunal argentino contra ocho jóvenes, cinco de ellos irán a prisión de por vida, pusieron fin a un caso que indignó a todo un país: la paliza que provocó la muerte de Fernando Báez Sosa, de 18 años, que varios testigos filmaron en video y difundieron en las redes sociales.
Los magistrados María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia declararon a los implicados Máximo Thompsen (23), Ciro Pertossi (22), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23) y Luciano Pertossi (21) como coautores de “homicidio agravado por alevosía” y los condenaron a cadena perpetua.
Por otro lado, les clavaron 15 años de prisión a Ayrton Viollaz (23), Blas Cinalli (21) y Lucas Pertossi (23) por ser considerados coautores secundarios. Otros tres hombres: Juan Pedro Guarino (22), Alejo Milanesi (23) y Tomás Colazo (20), este último menor de edad cuando sucedieron los hechos, fueron sobreseídos de la causa, aunque ahora enfrentan una investigación por falso testimonio.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 18 de enero del 2020, en Villa Gesell, ciudad ubicada a 376 kilómetros al sur de la capital, Buenos Aires. La víctima se encontraba con sus amigos en una discoteca llamada Le Brique, donde ocurrió una riña entre uno de ellos y un joven de otro grupo. Báez intentó separarlos y el personal de seguridad del local los echó a todos.
La víctima y sus amigos permanecieron afuera de la discoteca y fue entonces que los ocho jugadores de rugby los atacaron. Los sujetos golpearon a Fernando Báez hasta que cayó inconsciente y siguieron pateándolo en la cabeza. A las 5 a. m., los rugbiers se fueron a celebrar, mientras que una ambulancia llegó a atender al herido, pero ya había muerto como consecuencia de una hemorragia cerebral masiva.
Los acusados escucharon la sentencia de pie, uno de ellos se desmayó durante la sesión. Fernando Báez estudiaba Derecho en la Universidad de Buenos Aires, era el único hijo de una pareja de inmigrantes paraguayos.
El caso recibió mucha atención en Argentina y Paraguay por la cantidad de videos que aparecieron y llevaron a marchas en las que se exigió justicia por su muerte.
La familia de la víctima planea apelar el fallo para pedir que todos los acusados sean condenados a prisión de por vida.