Hace unos días, el Ministerio de Hacienda informó sobre la gran “hazaña” de haber colocado $1.500 millones en el mercado internacional de títulos valores y que más bien el país se quedó corto ante la pretensión de los inversionistas (que, en apariencia, ofertaron hasta por $7.600 millones).
Sin embargo, quienes se aventuran a comprar los bonos ticos corren un mayor riesgo que si adquieren, por ejemplo, uno panameño.
La recompensa es que si al final se les paga les reconocerán un porcentaje más alto de interés.
Las autoridades informaron que en un tramo colocaron $1.200 millones a una tasa del 6,125% (con vencimiento en febrero del 2031) y otro por $300 millones a una tasa del 7,158 (con vencimiento en marzo del 2045).
Panamá negoció el 17 de julio anterior $2.000 millones en bonos globales.
Lo hizo en dos tramos: uno de $1.250 millones con un interés del 3,160% (con vencimiento al 2030) y otro de $750 millones con un interés del 3,870 (con vencimiento al 2060).
Los compradores perciben una inversión más segura en los bonos panameños, por eso la tasa de interés que reconoce es menor, sinónimo de que son mejor valorados que los ticos.
Las autoridades canaleras informaron en ese momento que la demanda por sus bonos llegó hasta los $11.000 millones.