El Instituto Nacional de Seguros (INS) trató de meter un golazo al ángulo en el cobro del marchamo que atajó la Superintendencia General de Seguros (Sugese) en la Saprihora.
A la institución le rechazaron la tarifa del Seguro Obligatorio Automotor (SOA) porque, entre varios detalles, iba metido el marchamo digital.
Tomás Soley, superintendente de Seguros, especificó: “No es procedente por parte del supervisor autorizar un elemento en el costo de la tarifa, que al momento de poner en cobro el seguro, no se ha resuelto la contratación administrativa, ni se tiene certeza del momento de la compra y distribución de los dispositivos”.
El marchamo digital consiste en un sistema para que el dueño del chuzo lo consulte y pague digitalmente. Se instalaría un chip en cada vehículo para identificarlo y que provea su información a las autoridades. La calcomanía se cambiaría cada diez años.
La presidente ejecutiva del INS, Mónica Araya, dijo que la institución está en capacidad de comenzar el cobro como estaba previsto el 1 de noviembre, pero eso dependerá de que la Sugese apruebe la nueva propuesta de tarifas que presentará el INS este 1 de noviembre.
Desde el INS lamentaron el rechazo de las tarifas porque “representaba un alivio para el bolsillo de miles de costarricenses”.
La institución justificó el cobro de las etiquetas del marchamo digital, que aún no ha adquirido, porque planea entregarlas en el 2024 e implicarán un menor gasto, porque se usarán por más tiempo.
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, indicó que el marchamo será más barato en el 2023, aunque no tanto como se lo propuso el Gobierno, ya que el proyecto que aprobó la Asamblea Legislativa “incumple con el principio de progresividad, porque de esta reforma quienes más se beneficiarán será quienes más tienen”.