*Por José Eduardo Mora
Especial para ¡Qué Torta!
Después del 0 a 0 ante Brasil, hay una tendencia en el ambiente, no en el cuerpo técnico, de vender ilusiones baratas. Es aquello de aprenda inglés en tres meses. Basura pura.
Un medio nacional, incluso, publicó una nota del ‘olé, olé, olé’ a Brasil, como si de verdad Costa Rica hubiese tenido la posesión de la pelota o la iniciativa del juego.
Extrapolar un resultado que salió bien tiene sus peligros. Es creer que ante Colombia se puede hacer exactamente lo mismo, con igual o mejor desenlace. ¡Error!
El fútbol es siempre cambiante y no existen recetas fáciles. El ejercicio de concentración que conlleva hacer un partido como el realizado frente a Brasil es desgastante, de modo que si por alguna razón Gustavo Alfaro pretendiese repetir un planteamiento similar podría pagar caro las consecuencias.
Por eso, el que se hable de que se le cantó el ‘olé, olé, olé’ a Brasil es un ejercicio vano, porque la realidad del partido fue muy distinta.
Igual sucede con que ya Jeyland Mitchell está a las puertas de la Premier League, solo porque su compañero Francisco Calvo dijo que tenía condiciones. Creer ello es como aceptar el cuento de hágase millonario de la noche al día.
No compro ilusiones baratas. Compro trabajo sistematizado y disciplinado. Lo demás, como diría el gran conferencista Emilio Duró, son tonterías, y yo no me dedico a eso.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.