El defensa hondureño Henry Figueroa le confesó en una entrevista al periodista Julio César Cruz, del diario deportivo Diez de ese país, que su abuela está viva y que salió corriendo a Honduras porque le amenazaron a la familia.
El catracho puntualizó que su salida de Liga Deportiva Alajuelense se dio por un mutuo acuerdo, pues se encuentra en una situación muy difícil en la que priorizó la seguridad de sus seres queridos.
Además, explicó que lo de la muerte de su abuela se debió a un malentendido y que el tema no tiene nada qué ver con haber faltado a propósito al control antidoping después del segundo partido de la final de la segunda fase del Apertura, que se disputó en el estadio Alejandro Morera Soto.
“Al salir del partido mi esposa recibió una llamada de mi casa, llamadas que no puedo contar lo que decían, es delicado. Yo decidí venir a arreglar todo a mi país después del juego, todo se me fue de las manos y tuve que tomarme más días para arreglar la situación, pero no fue suficiente”, manifestó Figueroa.
Lo más interesante del caso es que minutos después de que finalizó ese juego, el jefe de prensa, Ferlin Fuentes, y el capitán del club, José Miguel Cubero, confirmaron que al zaguero se le había muerto un pariente. Incluso, se mostraron solidarios con él.
“Yo hablé con el equipo y les dije que mi familia recibió llamadas con amenazas, tomé la decisión de venir a Honduras y reunirlos. Hablé con el equipo y quiero aclarar que no me echan por lo que se ha dicho, fue un acuerdo mutuo ya que yo tenía que venirme y ver qué hago con ellos.
“Lo de mi abuela fue un malentendido en un momento donde yo no podía sacar a la luz toda la verdad por la situación complicada que estoy pasando. Ella está bien gracias a Dios y solo puedo decir que todo lo que estoy pasando no lo puedo ventilar por seguridad”, expresó.
La Comisión Antidopaje abrió una investigación en el caso de Figueroa y pidió el acta de defunción de la abuela.