Poco después del partido que perdieron 4-0 ante Costa Rica, los seleccionados nicaragüenses Carlos Chavarría, Marlon López y Carlos Montenegro buscaron diversión para olvidar la goleada que se llevaron en su debut en la Copa Oro.
Los tres armaron un pelón con prostitutas y las llevaron al hotel de concentración, el Radisson, en barrio Tournón, en San Francisco de Goicoechea.
El cuerpo técnico de la Selección de Nicaragua, liderado por el técnico costarricense Henry Duarte, destapó el tamal y se armó un alboroto por la falta gravísima de sus pupilos.
A Duarte no le tembló el pulso y de una vez separó a los futbolistas, información que oficializó la Federación Nicaragüense de Fútbol (Fenifut), en su perfil oficial de Facebook.
“Somos un equipo que representamos a un país y a un pueblo. Somos embajadores del deporte y por lo tanto no podemos permitir faltas graves cuando apenas comenzamos la competencia. Si hay algo que ha hecho crecer nuestro fútbol es la disciplina”, manifestó Duarte a través de un comunicado.
Nicaragua viajará a Estados Unidos, pues el próximo jueves se medirá a Haití en su segundo partido en la Copa Oro. Por cierto, el grupo de Duarte se redujo a 20 jugadores. Él no puede reponer esas bajas, pues el reglamento únicamente especifica que las sustituciones serán en caso de lesión.
