Casa Presidencial echó a los “escarbadatos” de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) Alejandro Ismael Madrigal Rivas y Andrés Villalobos Villalobos.
Madrigal dejó de trabajar para el gobierno el 9 de marzo, mientras que Villalobos finalizará funciones el próximo 15 de marzo. Así lo confirmó la oficina de prensa de Zapote.
La decisión que tomó Presidencia se basó en los artículos 585 y 586 del Código de Trabajo, que respalda al patrono a despedir a los empleados de confianza subalternos en forma discrecional.
Llama la atención la decisión, pues el propio presidente, Carlos Alvarado, había asegurado, el pasado 4 de marzo, que los reinstalaría en otras instituciones.
Esto quiere decir que las autoridades no dieron motivos, ni atribuyeron las salidas al escandalazo que reventó por la creación de un órgano que pretendía tener acceso a datos confidenciales (sensibles) de los costarricense con el fin de dirigir las “políticas públicas” del país, según ha defendido el mandatario.
Madrigal tenía un salario mensual de ¢1.045.989, mientras que Villalobos recibía ¢403.050, según la información que brindó Presidencia a ¡Qué Torta!
Los economistas enfrentan una investigación de la Fiscalía General por los delitos de abuso de autoridad y violación de datos personales.
El coordinador de la UPAD, Diego Fernández Montero, renunció al cargo el 4 de marzo anterior, cuando estalló la bomba UPAD en Zapote con la salida de cinco jerarcas en cuestión de 12 horas, entre ellos el exministro de la Presidencia, Víctor Morales Mora.
Las cartas de despido las firmó la ministra interina de la Presidencia, Silvia Lara.