Poner a unos gatitos en adopción fue la jugada del destino que le permitió a Alexandra Quirós, de 24 años, conocer al amor de su vida, Daritza Araya, de 29 años, pues cuando se encontraron para la entrega de uno de los mininos el flechazo fue inmediato.
Las jóvenes se convirtieron ayer en la primera pareja del mismo sexo en contraer matrimonio en Costa Rica, un hecho histórico que convierte al país en el único de Centroamérica en permitir legalmente estas uniones y el número 29 en el mundo.
Hoy, junto a Cala, la bebé de siete meses que ambas tienen y luego de los nervios, pero sobre todo de la alegría que vivieron ayer Alexandra y Daritza, cuya boda fue transmitida por redes sociales, ambas recordaron la vez que se encontraron en el parque de Moravia para la entrega del gatito y cómo desde ese momento quedaron unidas para siempre.
Alexandra contó que es un honor ser la primera pareja en casarse y convertirse en un hito que sin duda marcará la historia del país. Ellas fueron declaradas legalmente como “esposa y esposa” y a partir de esta semana vivirán en Cóbano, ya que Yaritza trabaja en el Juzgado Penal de ese cantón.
La boda se realizó hoy a las 00 en San Isidro de Heredia, actividad a la que asistieron los familiares más cercanos de la pareja y también algunos miembros de la comunidad LQTBIQ, aunque todo el país fue testigo del Sí, acepto.
“Es demasiada la emoción”
Doña Alice Castillo, de 62 años, mamá de Alexandra, está que no cabe de contenta por haber podido ver a su hija vestida de novia, pero más que eso, por haber visto al amor triunfar, después de una lucha de años en la que hubo muchas lágrimas por el odio que mucho expresaban.
Castillo tiene unos seis años de ser activista y nunca dudó en darle todo su apoyo su hija y respaldar la unión con Daritza, con quien se deshace en halagos, pues afirma que es una mujer maravillosa y un ser humano especial.
“No lo creo aún, todavía uno estaba como será cierto, de verdad se podrán casar. En esos días que hubo un alboroto en la Asamblea por este tema me preguntaba ¿será que ya no hay boda?, uno pasaba con esa incertidumbre”, recuerda doña Alice, que estaba a puro té de tilo porque el momento anhelado parecía lejano.
“Me mudé para ir a a boda y seguía incrédula. Pero ya se logró, es demasiada emoción, un día dije: yo sé que verá a mi hija vestida de novia, es un premio que la vida me da de haber podido estar allí”, contó la señora con una enorme contentera.
Con lágrimas, doña Alice también recordó el momento de nacimiento de su nietita Cala, pues fue la primera persona que la vio al nacer (nació por cesárea) y desde ese momento tienen una conexión única.
Doña Alice tiene tres mujeres y un hombre, Alexandra es la tercera de los hijos.