Una joven, de 23 años, falleció en un hospital de Nueva Delhi, capital de la India, después de agonizar un día al ser víctima de un atentado brutal en una aldea en Unnao, en el estado de Uttar Pradesh, al norte del país.
Según el reporte de los especialistas, la mujer murió de un parocardiorrespiratorio.
La víctima fue violada en marzo anterior y caminaba para coger el tren hacia la ciudad de Rae Bareli, donde se presentaría ante un tribunal para testificar contra su agresor sexual.
En el camino, varios hombres (entre los que se supone estaba el acusado del abuso) la interceptaron, la arrastraron, la bañaron en queroseno y le prendieron fuego.
Ella sufrió quemaduras en el 90% del cuerpo y la dejaron tirada; los salvajes la dieron por muerta, sin embargo ella sobrevivió e identificó a los cinco agresores antes de que la llevaran al centro médico.
A los cinco asesinos los arrestaron, aunque la Policía no precisó si el presunto violador, en libertad bajo fianza, estaba entre ellos.
Tras conocerse el ataque, las autoridades se comprometieron a aplicar un castigo ejemplar a los responsables, en un clima de protestas contra este tipo de delitos, iniciadas tras otro caso de violación y asesinato de una joven veterinaria el pasado 27 de noviembre. La víctima, de 26 años, fue violada por cuatro hombres que posteriormente la asfixiaron para luego quemar su cuerpo con gasolina.
Los presuntos culpables, detenidos poco después, murieron presuntamente tiroteados a manos de la Policía cuando los trasladaron al lugar de los hechos en la ciudad de Hyderabad (centro) como parte del proceso de investigación. La versión policial asegura que les dispararon cuando intentaron escapar.
Con información de Vanguardia.