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Fallece el Diablo, leyenda del toreo improvisado

Luis Gómez, uno de los toreros improvisados con mayor trayectoria del país, falleció en el hospital México.

El querido personaje, conocido como “el Diablo”, tenía 62 años y había sufrido recientemente dos paros cardíacos que deterioraron su salud.

Diablo vivía en Cañal de Nicoya, Guanacaste, lugar que escogió como residencia después retirarse de las corridas en el 2018.

Ese año, el toro Sarampión le propinó una cornada; la infección de la herida obligó a los médicos a amputarle la pierna derecha. A partir de entonces se pensionó y se dedicaba a su familia.

Pese a su retiro, Gómez mantuvo su gusto por los toros y siguió yendo a los eventos, pero a tirárselos desde la barrera como espectador.

Era muy querido por sus compañeros improvisados, así como grandes personalidades de esta actividad del país Jorge Arturo González, el Cañero, que lo siguieron visitando en Nicoya.

El 5 de febrero sufrió un paro cardíaco cuando estaba en su casa, el jueves 16 otro mientras se encontraba internado en el hospital de Nicoya. Desde allí lo enviaron a San José, donde finalmente se complicó su estado y murió.

Luis Gómez dedicó 30 años de su vida a los toros. En el 2018, mismo año que perdió su pierna, recibió un homenaje por su trayectoria en el redondel de Zapote.

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