El expresidente de la Asamblea Legislativa, Víctor Emilio Granados, quien fungió como diputado del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), volverá a la cárcel a descontar una pena de 19 años por nombramientos fantasmas.
La escogencia de Granados en el período 2012-2013 fue un hecho insólito, pues en el pasado había estado en la cárcel por el delito de estafa y se convirtió en la primera persona en la historia en dirigir la Asamblea Legislativa con ese antecedente judicial. Ahora, irá al tabo de nuevo.
Además de Granados, se condenó también a siete años de cárcel a la exdiputada Rita Chaves (exesposa del fundador del partido, Óscar López) y a 11 años al exlegislador Martín Monestel.
Los tres fueron elector por el PASE entre el 2006 y 2014.
Al parecer, los excongresistas nombraron a familiares y amigos como asesores, asistentes y plazas de secretarias, pero nunca fueron a trabajar, aunque sí recibieron salarios. Esto le costó al Estado ¢330 millones, según estimación de la Procuraduría de la Ética Pública.
La condena la impuso el Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José por los delitos de estafa y peculado.
En 1992, Granados fue condenado a ocho años de cárcel por estafa en perjuicio del Banco Nacional de Costa Rica, por ¢30 millones. En esa causa figuraron dos personas más.
A Granados le llovieron las críticas en el 2012, cuando llegó a presidir la Asamblea por un pacto entre el PASE y el Partido Liberación Nacional (PLN) por ser un exconvicto liderando el Congreso.