El Ministerio Público salpicó al exfiscal general Jorge Chavarría en el caso que la institución desestimó contra los empresarios David Patey y Scott Brannon (fueron directivos del Club Sport Herediano) por los aparentes delitos de narcotráfico y lavado de dinero.
El medio digital CRHoy aseguró en una publicación del 18 de octubre anterior, basado en una fuente ciega de la Fiscalía, que el exfuncionario había frenado la investigación que inició el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), el 3 de junio del 2015.
Chavarría brindó una amplia entrevista a ¡Qué Torta! en la que se refirió a las acusaciones “temerarias” del Ministerio Público que se replican a través de ese portal de noticias.
El exfiscal expresó contundentemente: “Jamás intervine para retrasar o bloquear alguna investigación”, refiriéndose a este asunto en particular.
En la conversación con este medio precisó algunos detalles interesantes de esa investigación como que en algún momento el actual director del OIJ, Wálter Espinoza (cuando inició la investigación contra Patey y Brannon era el fiscal adjunto contra la Delincuencia Organizada), le informó que habían iniciado el trabajo.
“No sé, también me parece que en algún momento puede ser que lo haya comentado con el director del OIJ, porque él estuvo como fiscal adjunto en la Fiscalía de Narcotráfico y de Crimen Organizado. Es posible que él me haya comentado algo, yo sí recuerdo haberlo comentado con él, pero no estoy seguro”, manifestó Chavarría.
Espinoza fue nombrado como director del OIJ por la Corte Plena el 23 de noviembre del 2015.
El exfuncionario aclaró que mientras dirigía el Ministerio Público siempre respetó la independencia de cada unidad, que cree en el principio de “compartimentación de la información” y que como fiscal general únicamente atendía por el fondo los casos en los que estaban involucrados los miembros de los supremos poderes.
En cuanto a los demás, los jefes de cada unidad solo tenían como costumbre informarle si se abría un caso, cómo avanzaba y si ya se tenía amarrado.
“Las únicas veces que pedía algún reporte era cuando otro país pedía alguna colaboración en un caso en específico. Les ayudaba a hacer el enlace con el encargado de la unidad. Nunca me relacioné directamente con los fiscales que llevaban los casos”, indicó.
Chavarría le envió una carta a la fiscala general, Emilia Navas, en la que le pidió el nombre del funcionario que le aseguró al periodista Johel Solano, de CRHoy, que él había frenado la investigación contra Patey y Brannon.
“Yo no tengo ninguna responsabilidad en lo que se me ha señalado. Me muestro tan vehemente por el amor que le tengo a esta democracia y a la institución del Poder Judicial. Les digo que corrijan el rumbo, porque van para el despeñadero, esto no puede seguir así. No es posible que informes del OIJ, que manifestaciones secretas de los fiscales (se faciliten) a un medio de prensa, a uno, porque si fuera con todos los periodistas yo no vería ningún problema en que hagan una conferencia de prensa, pero no, es con uno, con un par de medios, que están utilizando para atacar personas de la manera más sucia y más baja.
“Eso no es digno de ningún Poder Judicial, de ningún Ministerio Público, ni de ninguna Policía. Es un actuar típico de un estado fascista o comunista. Ahí sí lo vamos a ver que es muy usual, pero, ¿en un país democrático como este en donde se dice que hay un estado de Derecho? ¿Cuál estado de Derecho si esto demuestra que lo están arruinando?”, manifestó.
En cuanto a la desestimación del caso Patey-Brannon, Chavarría está convencido que se cayó por la incapacidad del Ministerio Público de demostrar el origen de los dineros de los empresarios.
“Es un requisito establecer ante un tribunal el origen de los fondos para afirmar que el dinero provenía del narcotráfico, del crimen organizado, del tráfico de personas o de corrupción”, dijo.
Agregó que aunque se haya desestimado, la investigación sigue abierta y se cierra hasta que se cumpla la prescripción (diez años).
“¿Qué ha hecho el MP en estos dos años?, es la pregunta. ¿Por qué me culpan de algo cuando ellos han tenido dos largos años para orientar la investigación y terminarla adecuadamente?”, cuestionó Chavarría.
Dos fiscales de la unidad de Crimen Organizado de apellidos Abarca y Valerio enfrentan un proceso penal y otro administrativo por los atrasos en la investigación contra Patey y Brannon, a quienes se les relacionó con una estructura criminal que se dedicaba presuntamente al narcotráfico y el lavado de dinero gracias a información recolectada en intervenciones telefónicas policiales.