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Exfiscal general considera que Premio Nacional de Periodismo a CRHoy es un reconocimiento “a la deshonestidad”

El caso del cementazo estalló en el último trimestre del 2017, en plena campaña política.

Así como reventó el escándalo cambió la vida por completo del exfiscal general Jorge Chavarría.

Con gran sinceridad cuenta cómo en alguna ocasión llegó a comer a un restaurante con su esposa y quienes estaban sentados en una mesa cerca de ellos se levantaron y se alejaron para no tenerlos a la par.

El exfuncionario supo lo que fue que un extraño le estrechara la mano y le dijera: “Qué dicha que ya te vas por corrupto”.

Son tan solo un par de ejemplos de muchas malas experiencias que debió aguantarse a causa de un caso polémico que lo ensució, según él, gracias a una conspiración que montó CRHoy en combinación con el exdiputado Ottón Solís Fallas, quien ahora se echa a la bolsa un salario de $10.000 aproximadamente como representante de Costa Rica ante el Banco Centromericano de Integración Económica (BCIE).

Chavarría va más allá y considera que el Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez que el Ministerio de Cultura le entregó en el 2018 a CRHoy es un reconocimiento “a la deshonestidad”.

Él suma a ese plan otros actores como el Semanario Universidad, Teletica, La Nación y otros medios digitales como Delfino, abiertamente al servicio del Partido Acción Ciudadana (PAC)

Esta es la segunda parte de la entrevista exclusiva que ¡Qué Torta! le realizó en su casa, en Turrúcares de Alajuela.

Allí se refirió a la malacrianza que le hizo Silvia Ulloa, la directora de CRHoy, en una entrevista que le concedió en su despacho en el 2017.

También recuerda un hecho particularmente extraño cuando la Corte nombró ilegalmente a Emilia Navas para que lo sustituyera en el puesto.

Él le comentó el tema a la funcionaria de que la Corte estaba cometiendo una ilegalidad a lo que ella le respondió: “Eso no fue lo que me prometieron a mí (en la Corte)”.

-¿Qué pasó en una entrevista con CRHoy?

Eso fue antes que me suspendieran. Según me enteré ahora, parece que Silvia Ulloa (directora de CRHoy) y Erick Carvajal (periodista de CRHoy) salieron de la Asamblea Legislativa antes de la entrevista. La habían pedido durante varias semanas. Yo estaba muy ocupado y no la había concedido. Fijé una fecha, luego la cambiamos y el día que ella iba a ir me informaron de fuentes creíbles que estuvieron en la Asamblea Legislativa y luego se fueron para mi oficina. Este dato ahora resulta relevante para mí.

-¿Por qué ahora sí es importante?

Porque cuando ella hace la entrevista, en cierto momento, empezando no más, me pregunta sobre el caso de Otto Guevara y Morales Zapata, lo que ellos han denominado el cementazo, y entonces yo busco el Código, que estaba en la mesa, para leerle una linea en la que explicaba el procedimiento especial que se sigue en la investigación de miembros de los supremos poderes y la posibilidad de la desestimación, era la desestimación, para que tuviera el marco jurídico de referencia. Era una deferencia para ella. Ella se levanta, me golpea el escritorio, me dice en un tono muy agresivo que no vea el Código y que le conteste espontáneamente. Entonces ver a una mujer que se te levanta así, que golpea el escritorio obviamente rompió la paz de la entrevista y dejó de ser entrevista. Yo me levanté y le dije ante ese irrespeto suyo yo suspendo esto, yo voy a darle más entrevistas.

-¿Esa actitud le pareció extraña?

Claro, por supuesto. Nunca me había pasado, es totalmente anormal. Luego, ella sacó un video editado en el que es clarísima la intención de afectar mi imagen. Me pone como un idiota y lo tienen en la página web, lo pasan, lo reproducen y lo pasan y aquí es donde aparece Ottón Solís.
Una de las preguntas que me hicieron, creo que fue Erick Carvajal, era que si a mí no me llamaba la atención que Juan Carlos Bolaños tuviera una sociedad de hecho.

Yo le respondí que no, no veía qué tuviera de relevante. Se lo dije así porque en las investigaciones que habíamos llevado en la Fiscalía General a veces nos aparecían empresarios con 150, 200 sociedades anónimas de hecho, como una forma de los empresarios de hacer el manejo de sus cosas.

Por supuesto que eso nos llamaba la atención y teníamos protocolos de procedimiento. Entonces, que apareciera una sociedad de hecho no era un hecho como relevante que me hiciera pensar algo a mí o a cualquier persona Obviamente era un objeto de investigación. Pero ellos lo presentaron como algo rarísimo.

En el fondo lo que ella me quería preguntar y Erick Carvajal era sobre una off-shore, que es otra cosa, una empresa fundada en el exterior. Generalmente es una sociedad anónima, tiene una cuenta bancaria y es una persona que atiende desde un escritorio. Hacen un manejo de la cuenta y no hay controles. La entrevista no tenía la finalidad de una entrevista, era una finalidad de deteriorar la imagen del fiscal.

-¿Hubo una reacción de Ottón Solís ante esto?

El punto importante de esto es que todo va agarrando sentido cuando Ottón Solís sale de la Asamblea Legislativa y es entrevistado por varios medios y dice que es una barbaridad que el fiscal general diga que no tiene importancia que Juan Carlos Bolaños tenga una sociedad de hecho.

Él hace toda una excitativa mediática y llenó titulares, hay respuesta de otros medios y se empieza a levantar lo que en la criminología del etiquetaje se denominaba en los años 70 como una campaña moral y ahora se ve muy claro como un esquema de conspiración.

Hay medios que replican y replican y replican, entonces la Asamblea Legislativa decide abrir una comisión para investigar.

CRHoy publicó el reporte de llamadas de Juan Carlos Bolaños. ¿Eso es delito?

Por supuesto. Eso salió de la Corte. Es uno de varios delitos de ese tipo que se han venido cometiendo por una articulación que es la que he denunciado de CRHoy con el OIJ.

Yo ordené en varias investigaciones, hablé con el director del OIJ porque teníamos información de que había policías reclutados a los que se les pagaba por las informaciones.

Cuando usted ve un informe policial reproducido íntegramente por un medio de comunicación, un informe policial, que por mandato de ley, y que si se revela se comete el delito de incumplimiento de deberes y ve cómo se está utilizando por el medio en este contexto volvemos otra vez a la conspiración.

Todo esto obedece a un patrón de comportamiento que tiene un objetivo. Ese objetivo claro es quitarme a mí del medio.

Era algo como obligado porque el objetivo grande era traerse abajo a Carlos Chinchilla (expresidente de la Corte) y a Celso.

El director del OIJ debería explicar cómo salieron esos informes a CRHoy.

-¿Usted se robó algo?

Nunca. Me robaron mi salud, mi paz, le robaron la paz a mi familia. Los medios se enriquecieron con mi nombre, se enriquecieron con mis fotografías, con mi historia, con una historia distorsionada. Vendieron, vendieron y vendieron. Se enriquecieron impunemente de la manera más baja.

-¿Un fiscal general puede tener aspiraciones presidenciales?

Creo que no. Pienso que un fiscal general debe renunciar a cualquier aspiración política posterior. Es un puesto muy fácil de instrumentalizar, al igual que el del director del OIJ.

-¿Cómo valora la labor de la Fiscalía ahorita?

Es muy lamentable. Primero porque estoy siendo objeto de una persecución injusta y eso lo tengo clarísimo. Lo demostramos en juicio. Y segundo porque a pesar que es una compañera (Emilia Navas) que no tenía ninguna razón por la que pensar que tuviera algún resentimiento conmigo, lo que me dicen los fiscales es que se está dando una persecución a nivel interno, que hay un acoso laboral, que la gente está muy estresada. Que las políticas que está dando ella rompieron todo lo que yo había hecho y al romperlo entró en una gestión errática que producido un incremento en el número de casos que no se atienden, de fiscales enfermos por el exceso de trabajo y en una situación interna muy delicada.

¿Qué le parece que CRHoy se haya ganado un Premio Nacional de Periodismo por la investigación del cementazo?

Me parece una burla terrible al costarricense y una vergüenza para la persona a la que le dieron ese premio. Yo que esa persona escondería ese trofeo en un rincón del patio, no me gustaría que nadie lo viera porque es representación de la peor deshonestidad, de un premio a la deshonestidad.

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