*Por José Eduardo Mora
Especial para ¡Qué Torta!
Costa Rica tendrá esta noche el primer examen para saber dónde está parada, dado que el rival da garantías de que será muy exigente.
En medio de todo ello, noto, sin embargo, una especie de optimismo solapado, como queriendo decir, podemos pasar a la siguiente ronda, pero con el truco de no decirlo.
El primero en lanzar las campanas al vuelo fue el director de Selecciones Nacionales, Claudio Vivas, en una especie de conferencia improvisada en el lugar menos indicado, aquello parecía que el señor Vivas estaba en un baño público y que hasta ahí llegaron los colegas para hacerle las preguntas, muchas de las cuales no se escuchaban.
Y el otro que ha atizado el fuego en las últimas horas es el propio entrenador, Gustavo Alfaro, que ha hablado de que es imposible no ilusionarse.
Es el mismo comportamiento que tiene Costa Rica desde hace 40 años, conforme se acerca la hora del partido, sufrimos una especie de metamorfosis y de un pronto a otro, sin bases, nos vemos capaces de vencer a Goliat.
Ningún equipo, independientemente del rival, puede entrar a la cancha pensando que va a perder, pero a las realidades hay que respetarlas y entenderlas, para no confundir los hechos, como sucedió contra España en el Mundial de Qatar 2022.
Justamente, esta tarde-noche, veremos en qué situación está la Tricolor, porque rodear al combinado patrio de buenos augurios es una profesión que muchos practican, pero luego, después de los 90 minutos sobreviene la desazón y golpe a tierra.
Hoy, más que nunca, hay que alimentar realidades, y no ilusiones vanas, vengan de donde vengan.
Periodista, escritor y comentarista. Premio Nacional de Periodismo Pío Víquez.