El pastor santacruceño José Hilario Gutiérrez Pérez, de 51 años, les decía a sus víctimas que debían dejarse tocar para sacarles los demonios.
Esta fue la táctica del evangélico para cometer 13 abusos sexuales que la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz de Guanacaste probó contundentemente ante el Juzgado Penal de la ciudad.
A Gutiérrez lo condenaron a 66 años de prisión, pero la pena se readecuó a 21 años de cárcel.
Cuatro personas denunciaron al religioso. Una de ellas sufrió los tocamientos cuando tenía 13 años.
En un comunicado de prensa, el Ministerio Público informó que el pastor citó al menor en una iglesia, en barrio Buenos Aires de Santa Cruz, Guanacaste, donde “lo abusó sexualmente”.
Los fiscales revelaron en el debate que Gutiérrez trasladó a la segunda víctima a una actividad religiosa y cometió la agresión dentro del carro.
Meses después, la misma persona se vio sometida a los ataques sexuales en un evento de la iglesia en La Teresa de La Rita de Pococí.
El pastor se aprovechó de la confianza que tenía con el tercer ofendido y abusó de él en nueve ocasiones al tocarle sus partes íntimas. Esto ocurrió en setiembre del 2011.
La cuarta víctima sufrió de las agresiones sexuales a finales del 2013, cuando Gutiérrez le pidió que llegara a la iglesia para hablar y allí se le pasó la mano.
Mientras la sentencia queda en firme, el imputado cumplirá prisión preventiva.
