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(Entrevista) Alberto Salom, rector de la UNA: “Estoy tranquilísimo con mi conciencia”

La figura de Alberto Salom Echeverría ha sido blanco de la polémica en las últimas semanas.

El rector de la Universidad Nacional (UNA) concedió una entrevista a ¡Qué Torta! que se extendió por más de una hora en la que hizo un “recuento de los daños” sobre lo que dejaron las protestas de los estudiantes universitarios que se lanzaron a las calles a defender el Fondo Especial de Educación Superior (FEES).

Se le ve tranquilo, a pesar de las críticas, cuestionamientos y presiones que ha enfrentado.

Salom considera que hay un orquestamiento de algunos medios de comunicación (La Nación, CRHoy y Noticias Monumental) para dañar la “honorabilidad” de los rectores de las universidad y de crear una contradicción entre ellos y el movimiento estudiantil.

Asegura que la exministra de Hacienda Rocío Aguilar cometió un desacierto al no dialogar con ellos, cree que hay intereses políticos que presionan para que deje el cargo y califica como bajeza que lo vinculen con la inteligencia venezolana.

Insiste en que el tema de la clasificación del FEES lo podían resolver los rectores sin que Aguilar metiera mano, algo que finalmente ocurrió y que motivó a los estudiantes a lanzarse a las calles.

Por último, dejó claro que nunca utilizaron el tema de las becas para manipular a los estudiantes en el movimiento.

Esta es parte de la entrevista:

-Hay gente que quiere que usted se vaya, ¿qué les dice?

El poder político no se mete a tomar decisiones sobre las universidades ni dice quién es el rector, quién sale o quién entra.

Si son diputados les digo, déjennos tranquilos, no se metan. En primer lugar vean cómo hacen para arreglar esa intervención grosera manoseando ¢10.000 millones del FEES (en el 2018). Eso es un delito de prevaricato y ya accionamos contra eso.

A esos que me piden la renuncia son los mismos que prevaricaron y yo les diría renuncien primero ustedes por haber irrespetado la Constitución de la República que deberían resguardar con celo.

-¿Le llamó la atención que Rocío Aguilar (exministra de Hacienda) no se comunicara con ustedes para resolver el tema del FEES?

Lo que se produjo en Casa Presidencial el día de la marcha de los universitarios fue el triunfo de la vía del diálogo, de la ruta de la negociación.

Es lo que hemos dicho reiteradamente. El país solo sale adelante conversando, negociando y entendiendo el uno al otro. Rocío Aguilar no cogió esa ruta. Arremetió contra las universidades con una clasificación que nos ponía en serios problemas a pesar de que nosotros no queríamos afectar las becas de los estudiantes.

Y se resolvió dialogando. La mayor muestra del desacierto de ella con las universidades es que no conversó con nosotros. Lo más disparatado de todo es que Rocío Aguilar renunciara al diálogo.

Fue una ministra que hizo muchas cosas bien, pero que habia ciertos sectores del país con los que sí conversaba como con las cámaras, con los grandes medios de prensa. Le cortó el diálogo a sectores populares, de clase media y especialmente a las universidades.

-Durante las protesta en la UNA circuló un video en el que estudiantes le gritaron cuando usted pasó cerca de ellos. ¿Por qué siguió caminando sin reaccionar a sus reclamos?

¿Sabe por qué no paré? Porque nunca en mi vida he conversado y tampoco voy a conversar con personas que no se dejan ver el rostro.

Puedo conversar con una persona que tenga la cara descubierta y puede ser una persona falaz, mentirosa, desleal; pero una persona que se tapa el rostro uno puede presumir que en nada bueno anda.

Después me di cuenta, porque tuvimos negociaciones con ellos y donde exigí que llegaran con la cara descubierta, que algunos son personas muy honestas.

Siempre dije que tenía identificados dos rostros que se habían descubierto la cara en el balcón de la Rectoría y que no son estudiantes de la UNA, ni son funcionarios de la UNA. ¿Qué estaban haciendo allí? Dije que iba a investigar si eran extranjeros, pero es complicado de determinar.

Algunos de ellos se comportaron con un irrespeto total a la autoridad. De acuerdo con el reglamento interno debo dirigir cualquier reunión que se produce dentro de la UNA con excepción de las reguladas.

En una de esas reuniones, una estudiante se me acercó y me dijo, usted no dirige y yo le respondió que me correspondía dirigir. Ella me dijo: ‘Deje su ego a un lado, bájese de esa nube’.

Yo le respondí que no fuera tan irrespetuosa, me ofreció disculpas y le dije que pidiera perdón cuando de verdad lo sintiera de corazón, no por salir del paso.

-¿Cree que hubo un orquestamiento mediático a la hora de informar las razones del movimiento estudiantil o fue algo aleatorio?

CRHoy viene con ese sonsonete (que los rectores supuestamente les habían dicho a los estudiantes que sus becas estarían amenazadas, algo que Salom desmiente categóricamente), La Nación lo replica en un editorial poniendo en boca cosas que nunca he dicho como que yo había arremetido contra mis colegas rectores diciendo que había habido alguna alevosía de parte de alguien. Todo calza en la ecuación.

Se les aguó un poco la fiesta porque Randall (Rivera, director de Noticias Monumental y conductor del programa Matices) no consiguió lo que quería que era confundir a la opinión pública.

Esas cosas uno las puede ir entrelazando cuando se van produciendo, porque no tengo ligamen con esos medios de comunicación, he sido blanco de ataques incesantes por una cosa o por otra. Tuve una polémica con el diario La Nación y saqué un campo pagado que pagué yo de mi peculio. Dirán, ah que montón de plata tiene el rector. Saqué recursos de la cesantía y con eso pagué el campo porque juzgaba que yo tenía que contestar dos editoriales que La Nación me había tirado encima y lo hice.

Todo estaba absolutamente orquestado, es mi impresión. También orquestado con los diputados que han intervenido groseramente en las universidades pidiendo renuncias, cabezas.

Bruto sería (haber reconocido que manipuló a los estudiantes del movimiento al decirles que tocaría las becas). Honesto es quien reconoce un error, eso sería una persona que se autoincrimina.

¿Usted cree que de mí va a salir una expresión incriminándome por manipular a los estudiantes acusándome a mí mismo o acusando a mis colegas rectores?

Cuando estaba en la entrevista con Randall Rivera, cuando él empezó con esta cantaleta, con este discurso, le saqué lo que enseguida le voy a mostrar. Cuando no me pudo atacar a mí la emprendió contra el rector Jensen (Henning, rector de la Universidad de Costa Rica) diciendo que él sí había dicho eso. (En ese momento Salom muestra un mensaje de un grupo de WhatsApp en el que Jensen escribió: “Yo me cuidé mucho de no mencionar becas”).

-¿Cómo interpreta la posición de esos medios?

Están tratando de afectar nuestra honorabilidad y crear una contradicción entre nosotros y el movimiento estudiantil para que cunda la desconfianza.

-¿Lo han logrado?

Evidentemente cuando un sector muy pequeño de los estudiantes toma un edificio y se cubre el rostro esa gente no tiene confianza en nosotros. ¿Por qué cubrirse el rostro en la universidad? No hay un solo ejemplo ni uno en cuatro años y cuatro meses de ser rector de la universidad en el que le haya negado el diálogo a ningún estudiante.

-Hay publicaciones que circulan en las redes sociales que lo vinculan con la inteligencia venezolana. ¿Es así?

La pregunta así formulada me ofende. Tengo dos banderas con las que me cubro y solo dos: la bandera de Costa Rica y la bandera de la Universidad Nacional, que es la de las universidades públicas de Costa Rica.

A esas bajezas no les puedo poner atención, no me puedo desgastar atendiendo esas bajezas. ¿Que hacen daño? A gente ignorante.

No hay un solo hecho que me pueda colocar en una tesitura de esas en mi vida. Ahí está mi nombre, mi trayectoria, mi trayectoria es limpia no tengo una sola acusación de nada. Menos voy a cargar con una acusación que conceptúo que podría ser de traición a la patria. A la única patria a la que sirvo es a Costa Rica.

Eso sí, no tengo ni una célula de nacionalista extremo. Amo al ser humano, a la persona humana haya nacido donde haya nacido, pero no me le agacho a ningún gobierno de turno.

-¿Todo esto le ha generado un desgaste?

No genera desgaste. Estoy tranquilísimo con mi conciencia como nunca. Cuando uno está tranquilo con su conciencia no se tiene que recriminar nada. Yo me podría ir ahora, seis – siete meses antes de que concluya mi periodo y no me pasa nada.

No pienso lo que pienso, ni actúo como actúo por ser rector. Soy rector porque pienso como pienso y actúo como actúo. Fui electo por una amplia mayoría de académicos, estudiantes y administrativos hace casi cinco años del 66% de la asamblea contra el 22% del otro candidato.

Me voy con eso en el corazón cuando decida terminar o separarme del cargo o cuando termine mi periodo dentro de unos pocos meses.

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