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El Monstruo deja la vida ante el Philadelphia Union, pero queda fuera

Saprissa llegó al Subaru Park, en Chester, Pensilvania, Estados Unidos, para hacerle frente a una misión bastante complicada.

Cayó como los grandes, dándolo todo hasta el último minuto, pero dejó ir el partido en una pifia lamentable en la prórroga.

Debía enfrentar al Philadelphia Union, de la MLS, e intentar darle vuelta al marcador en contra que arrastró desde la Cueva, 3-2, mejenga que perdió el 20 de febrero del 2024.

Una semana después, este 27 de febrero, el Monstruo tapó bocas y demostró porqué es el tricampeón de Costa Rica.

Metió en un zapato al equipo gringo, que se sorprendió por el planteamiento atrevido del técnico morado, Vladimir Quesada.

Con más ímpetu y coraje que otra cosa, el Sapri se fue adelante, porque debía clavar al menos dos golecitos si quería sacar la serie.

Quien lideró la remontada de los tibaseños y sacó pecho fue su capitán, Mariano Torres.

Se reinventó un jugadón, al 13′, cuando le puso como con la mano un pase al jamaiquino Javon East, quien recibió un patadón del defensa Jakob Glesnes.

El cubano Luis Paradela agarró la chocobola y clavó el primero, al 14′.

El Philadelphia se endemonionó y respondió rápido. Julián Carranza, la pesadilla de Saprissa, clavó el 1-1 y sumó su cuarto gol en la serie particular (redondeó un triplete en el primer juego en Tibás).

Al 26′, Quinn Sullivan fusiló al arquero Kevin Chamorro tras aprovechar una serie de rebotes en el área chica. Era el 2-1.

Al 28′, Warren Madrigal puso el 2-2 al ganar un mano a mano. Fueron 15 minutos sumamente intensos en la primera parte.

En el segundo tiempo, el ritmo bajó un poco por el desgaste. La S nunca bajó los brazos y Torres, en la joya de la noche, anotó de tiro libre al ángulo el 3-2, 5-5 en el global.

Ese pepinazo subió el ánimo del equipo, que dominó hasta el final del segundo tiempo, incluso, con un par de ocasiones que pudieron sellar la serie a favor de los morados.

Al 93′, al defensa Jack Elliott lo expulsaron por un patadón por detrás que le mandó a Javon. El juego se fue al alargue.

Error imperdonable

A los 4′ del primer tiempo, los locales aprovecharon un tiro de esquina en el que la defensa del Sapri se durmió, todo el mundo pifió y Mikael Uhre pegó un leñazo para poner el 3-3.

Fue una estocada al corazón de los morados, que dejaron la vida en la cancha, pero no les alcanzó para avanzar a los octavos de final de la Copa de Campeones de Concacaf.

Philadelphia Union se medirá ante el Pachuca de México.

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