Con la Biblia debajo del hombro, un rosario en la mano y Dios como su sombra en cada discurso, Luis Fernando Camacho, un abogado boliviano de 40 años, es la pieza clave de la caída de Evo Morales Ayma como presidente de esa nación sudamericana.
Es cierto que el descontento popular que se desató a raíz de múltiples denuncias de fraude por las votaciones que se efectuaron el 20 de octubre anterior y en las que se declaró vencedor a Morales de una u otra forma empujaron al político al despeñadero.
Pero también es cierto que sirvió como una oportunidad perfecta para que Camacho, un líder de la sociedad civil quien no se postuló para esos comicios como candidato, levantara la bandera de la fe, de la espiritualidad y de los valores cristianos con el fin de mostrarse a nivel nacional e internacional.
En una de sus intervenciones más recientes que compartió en redes sociales fue categórico en afirmar: “No tumbamos gobiernos, liberamos un pueblo en fe”.
Su imagen ha ganado credibilidad en Bolivia como líder del Comité Prosantacruz, que utiliza como imagen el escudo (que tiene una cruz) de ese departamento boliviano; algunos sectores lo ven como un posible presidenciable.
Expertos en el tema comparan su discurso con el de Jair Bolsonaro, presidente de Brasil.
Un artículo del diario El Clarín, de Argentina, describe que “detrás de su piedad y un llamado a la unión de los bolivianos se esconde una ideología ultraconservadora y reaccionaria”.
A Camacho lo tildan de racista y ultraderechista. Minutos antes de que Morales renunciara al poder llegó al Palacio de Gobierno donde dejó una Biblia y una carta de renuncia.
En sus presentaciones pide constantemente elevar oraciones al “todopoderoso” y ha aparecido con crucifijos e imágenes de la Virgen María.
Logró algo impensable hasta para los sectores más fuertes de la oposición boliviana liderada por el político, Carlos Mesa, quien perdió las elecciones con Morales en unos comicios sumamente cuestionados por una misión de observadores de la OEA, que denunció un manoseo extraño en el conteo electrónico.
Camacho sostiene que Dios salió del gobierno cuando Evo asumió el poder. El abogado, quien es hijo de un empresario de Santa Cruz, ha insistido en que no le interesa la política, pero ante su éxito habrá que ver si se resiste a la tentación de ser presidente.
Su familia cuenta con inversiones en los sectores de seguros, gas, inmobiliarias y negocios avícolas en la región más rica del país, que estuvo históricamente enfrentada a Morales.