La delantera del Deportiva Saprissa Carolina Venegas está chivísima porque las obligaron a jugar a oscuras en el estadio Ebal Rodríguez Aguilar, de Guápiles.
Resulta ser que el conjunto morado disputó un partido de visita ante Pococí; la mejenga la programaron para después de la de Santos – Limón, de la primera división.
El encuentro de los varones se suspendió unos minutos porque se apagaron la mayoría de las lámparas del estadio y no se podía jugar.
Una vez que se resolvió esa situación y se encendieron todas las luces se reanudó el partido y finalizó sin problemas.
De inmediato, las muchachas de Saprissa y Pococí entraron a la cancha, se inició la mejenga y se volvieron a apagar las lámparas con una diferencia; debieron tirarse así todo el encuentro sin que nadie resolviera el asunto como sí se hizo en el partido de los hombres.
“¿Cuántas humillaciones más tenemos que aguantar por ser mujeres?”, se preguntó Venegas en un tuit.