*Carlos Barrón, especial para ¡Qué Torta!
Le habían advertido al presidente del San Luis que no contratara a Gustavo Matosas. Sin embargo, Alberto Marrero es un ser lleno de bonhomía, inexperto aún en el fútbol de máxima exigencia, que en su primer semestre ha tenido que sortear varios problemas con su equipo. Le dijeron que podían pasar cosas malas con Matosas, y pasaron.
Fernando Pavón es un promotor de fútbol, mirada de francotirador, pone el ojo donde la víctima es sencilla. Conoció a Matosas hace más de 10 años.
Se infiltró en el fútbol mexicano en sociedad con uno de los máximos agentes de esta liga, Greg Taylor, luego se disuadió en buenos términos la asociación y cada cual tomó el rumbo, el de Pavón, fue hacer negocios con Matosas.
“No conocía a Matosas más que por lo que había hecho en México con el León, me dijeron que era un buen técnico. Cuando tuvimos los problemas con Alfonso Sosa, un representante me habló bien de él, cenamos y entonces creímos que era la mejor opción”, cuenta Marrero.
Al San Luis de Matosas estaban a punto de llegar en diciembre tres futbolistas uruguayos y dos argentinos ofrecidos por Pavón y posiblemente recomendados por Matosas. Una señal de que se avecinaba otro negocio redondo para la dupla.
El viernes 25 de octubre se le acabó la carcajada limpia a Gustavo Matosas y Fernando Pavón. Un periodista de Cancún, Amir Ibrahim, obtuvo la prueba contundente de una grabación donde se repartían el botín por el traspaso del uruguayo Matías Britos al León en el 2012.
Las grabaciones son una venganza de la exmujer de Pavón. Se nota que pusieron la grabadora en un sitio estratégico de la habitación, ¿con qué fin? Precisamente con este, el de sostener las malas relaciones por detrás de la puerta. Matosas y Pavón presumieron ser grandes amigos, pero hasta entre ellos, había desconfianza.
Matosas como entrenador nunca fue el mismo. Se regodeó en el éxito del bicampeonato del León y se perdió en su laberinto. Pavón siempre le conseguía trabajo con cláusulas extrañas y negocios redondos. No por nada en ningún sitio a partir del 2014 Matosas duró más de ocho meses.
Marrero fue el más reciente de una lista larga de directivos sorprendidos por el taimado Matosas. Un día después de que las grabaciones vieron la luz en un noticiero que no es de deportes en México de la cadena Televisa, se reunió en videollamada con sus jefes del Atlético de Madrid.
“El sábado por la mañana me dijeron que era una situación incómoda y que Gustavo Matosas debía limpiar su imagen, entonces que era preferible terminar la relación y que él se concentrara en sus asuntos”, afirmó Marrero.
Es decir, para el juego del sábado por la noche ante el León, Matosas estaba sentenciado. Al final, lo único que pronunció en México fue que lo consultaría con sus abogados. Para redondear su trágica carrera, se fue de su sexto equipo en cinco años dirigiendo apenas ocho partidos y perdiendo seis.
Al destapar la cloaca de Matosas, varios equipos empiezan a respirar tranquilos y otros a lamer heridas añejas. En el León no buscan dar declaraciones al ser los principales afectados con esta grabación porque al final de cuentas, con Britos elevado en su precio o no, obtuvieron dos títulos de liga, empero, en el restante pelotón de clubes por los que transitaron Matosas-Pavón hay mucho por descubrir.
Manuel Lapuente, extécnico de la Selección mexicana, comentó que Matosas alguna vez le dijo en un draft: “¿Qué? No haces negocios con los jugadores que traes a tu equipo”; yo le respondí: “Pero cabrón, estás denigrando la profesión”.
No será el primer técnico en México, Costa Rica o el mundo que lo haga, es parte de una rotación sistemática de compraventa, economía y funcionamiento del fútbol, aunque no quiere decir que sea saludable. Solo que ahora, Gustavo Matosas está estigmatizado y en serios problemas para volver a dirigir.
Quizá por eso se aburrió en Costa Rica, porque ahí es difícil ganar dinero con los jugadores que van a la selección por amor al país y en donde la estructura económica es distinta, un sitio donde se cobra por primas y no por transacciones.
Con las pruebas en la mano es notorio el ejército de personas que salen a dar la cara. Zlatko Petricevic fue un exdirectivo yugoslavo que tuvo una breve carrera en México con el Atlante y Gallos. Fue él quien despidió en el 2011 sorpresivamente a Matosas de este último equipo y en entrevista para mediotiempo.com desveló sus razones.
“Medio mundo me quiso matar cuando lo despedí de Gallos, no podía salir en la prensa y decir que hacía negocios con Toño Rico, un exdirectivo, elevando el precio de jugadores. También corrí a Pavón de mi oficina y la primera persona que me vino a llorar fue Matosas, me decía que no despidiera a su amigo del club y trataron de sobornarme con relojes”. Petricevic no fue el mejor directivo, pero tampoco se le recuerda como un hombre deshonesto.
Traté de hablar con el padre de Gustavo Matosas, Roberto, octogenario personaje del fútbol que vive en Veracruz. Fue director técnico de los Tiburones Rojos en la década de los 90. No quería la versión de un entrenador o de alguien que vivió del juego, sino la de un padre.
Nervioso, cogió el teléfono, suspicaz por mis preguntas. “Lo que hace mi hijo es asunto de él, no estoy juzgando su proceder, a él no le han demostrado nada más que grabaciones, ahí se puede decir que uno va a hacer tal o cual cosa, que va a ganar tal o cual dinero, pero de ahí a que se confirme es diferente. No me interesa lo que pase en el fútbol o digan de él. Fui entrenador e hice lo que me correspondía, no vi nada raro en su momento. De mi hijo no puedo decir nada. Y discúlpeme tengo cosas que hacer, le voy a colgar”.
Es Gustavo Matosas en su versión original. Ahora se demuestra que del fútbol ha vivido bien. Al menos en sus inicios trató de matizarlo con trabajo desde el banquillo, después, del 2014 a la fecha, ni eso. Desperdició una gran oportunidad en Costa Rica de cambiar su destino, a partir de ahora, su nombre se ve tan lejano como la estrella más apagada de un cielo lleno de corrupción.
*Carlos Barrón es periodista y trabaja para la cadena ESPN Deportes México