Aunque en el programa británico “The Jonathan Ross Show”, en el 2015, Cristiano Ronaldo no nombró la liga de fútbol profesional de Arabia Saudita es evidente que con sus declaraciones marcaba la cancha de que deseaba retirarse jugando al más alto nivel.
Pero, casi ocho años después, el destino le dio una vuelta vertiginosa.
“En mi mente quiero terminar en un nivel alto, quiero terminar con dignidad, bien, en un buen club. Eso no significa ir a Estados Unidos, Catar o Dubái. Eso no es bueno. Yo no me veo ahí. No quisiera eso para mí”, afirmó CR7 en aquella ocasión.
Sin embargo, la jugosa oferta que le puso en la mesa el Al Nassr FC era irresistible a los ojos de cualquiera.
Un contrato por temporada, del 2023 a mediados del 2025, en promedio de 200 millones de euros (cifra que incluye ingresos por patrocinios) lo convierte en el mejor futbolista pagado del mundo.
Eso sí, contra sus propios principios, o al menos con lo que anhelaba, pues no recibió ofertas de peso de ningún gran club en Europa.
En noviembre del 2022, en un programa con el conductor británico Piers Morgan, reiteró que estaba convencido que podía marcar muchos más goles y que se mantiene en buena forma como para seguir rompiendo récords y competir a la exigencia que demanda un torneo como la Copa de Campeones de Europa.
El paquete de negociación de Cristiano también contempla su participación clave como embajador de Arabia Saudita en el proceso de promoción para que sea escogida como sede de la Copa del Mundo del 2030.