El coronavirus contagió de optimismo, de credibilidad y de percepciones magníficas de los ciudadanos hacia la gestión del gobierno de Carlos Alvarado.
La primera Encuesta de Opinión Pública del Centro de Investigación y Estudios Políticos de la Universidad de Costa Rica (CIEP-UCR) del 2020 muestra números asombrosos del respaldo de la población hacia la administración.
El estudio se realizó entre el 13 de abril y el 22 de abril. De acuerdo con el documento del CIEP (descárguelo en este LINK), entrevistaron a 1.042 personas, mayores de 18 años con teléfono celular. El nivel de confianza es del 95% con un margen de error del +- tres puntos porcentuales.
Entre las estadísticas más notables figura la aprobación de la gente al Ejecutivo. De noviembre del 2019 a abril del 2020 brincó de un 22% a un 65%.
La evolución de esas opiniones positivas de los entrevistados es la más alta desde el 2002 (administración de Miguel Ángel Rodríguez), que anduvo por un porcentaje similar al del 65%.
Tres cuartas partes de los consultados (74,5%) confía en las decisiones del gobierno. Instituciones como el Ministerio de Salud (95,04%), Caja Costarricense del Seguro Social (94,95%) y el Ministerio de Seguridad (91,27%) son las mejores calificadas en la atención a la crisis de COVID-19 por razones evidentes.
Pero esto tiene un efecto rebote determinante en la consolidación del sistema democrático y la confianza en las instituciones.
El CIEP precisó que el apoyo al sistema político costarricense obtuvo 76 puntos, el valor más alto desde 1987.
Este último dato es sumamente interesante, porque de cierta forma aunque el país enfrentó el inicio de la crisis con una reserva baja de legitimidad a la democracia (58 puntos), el coronavirus la disparó.
Y el común denominador de todas esas calificaciones sobresalientes, lo sostiene el estudio, es la forma en la que el gobierno ha abordado la pandemia de COVID-19.
Virus borró todo lo malo
Otro de los puntos que se debe tomar en cuenta es que a pesar de que el gobierno de Alvarado enfrentó uno de los peores escándalos en la administración pública con la creación de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) eso ni siquiera lo tocó en la encuesta.
Tampoco le afectó la firma de la norma técnica para el aborto terapéutico en diciembre, ni la aprobación de la ley que frenó la alcahuetería en las huelgas del sector público.
El efecto COVID-19 le dio vuelta de una forma mágica a la imagen tan golpeada de la administración.
Y parece que las emergencias se le dan bien a los gobiernos PAC, pues en la encuesta que hizo el CIEP, en abril del 2017, Luis Guillermo Solís se ganó diez puntos porcentuales de opiniones positivas y se quitó de encima 17 puntos porcentuales de opiniones desfavorables.
En ese estudio, el factor de la atención del huracán Otto influyó de forma importante.
Quedados en la economía
La parte del estudio que sale con números rojos es la de las perspectivas económicas.
Un 67% de las personas afirman que la situación del país es mala o muy mala, mientras que el 19% consideran que es buena o muy buena.
Una quinta parte de los encuestados (20%) reporta que el ingreso que su familia recibe mensualmente no les alcanza para vivir y que tienen grandes dificultades.
Solo un 11% de la muestra dice que le alcanza bien y que puede ahorrar.