La comparecencia del director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Wálter Espinoza, ante los diputados de la Comisión Permanente de Seguridad y Narcotráfico en la que habló del caso de la desaparición y muerte de la joven Luany Valeria Salazar Zamora, de 23 años, cayó bastante mal en la Coordinación de la Comisión de Género y la Secretaría Técnica de Género del Poder Judicial.
Los dos órganos emitieron un comunicado de prensa conjunto en el que “lamenta profundamente” la forma en la que el jefe policial reveló detalles sobre la vida de la muchacha, a quien hallaron enterrada en el patio de una casa vecina a tres viviendas de su hogar, en Lindavista de La Unión de Cartago, el 15 de junio anterior.
Los miembros de la Comisión y de la Secretaría consideran “estigmatizantes” las explicaciones de Espinoza y “que referirse a aspectos de la vida personal de la víctima y su posible relación con personas vinculadas a actividades delictivas desvían el foco de la atención pública e institucional sobre el objetivo de la investigación: la muerte dolosa de una mujer, la cual, según el Protocolo Latinoamericano para la Investigación de Femicidios tendría que investigarse bajo la presunción de una muerte por razones de género”, señala el boletín.
Espinoza precisó este jueves que Luany Valeria fue la pareja de un narcosicario violento conocido como “Cachetón”, de la banda de “Pollo” (reconocido traficante de drogas quien está en una prisión de Nicaragua y que manejaba una banda en Lindavista de La Unión de Cartago) y trabajó nueve meses en el hotel Del Rey.
Además que había sido víctima de un atentado en los alrededores de un motel, en Paso Ancho, en medio de un conflicto entre dos parejas que terminó en medio de una volada de plomo. Ella resultó ilesa.
Estos departamentos le pidieron al director del OIJ que establezca “un protocolo de acción e investigación para las desapariciones de mujeres, que tenga un enfoque de género, mediante el cual se tomen en cuenta las particularidades de este grupo de la población y especialmente, las condiciones de vulnerabilidad en las que se encuentran mujeres, jóvenes y niñas”.