Los coligalleros que extraen oro ilegalmente de Crucitas, en Cutris de San Carlos, Alajuela, aterrizan en manada desde Nicaragua, según reportan medios locales.
El 14 de julio del 2023, la Policía dejó la base operativa que se estableció en el 2017, la finca Vivoyet, y con su salida los coligalleros rearmaron el fiestón.
El presidente de la República, Rodrigo Chaves, reconoció que este “es uno de los problemas más serios del país en el tema de seguridad pública”.
Sin embargo, también explicó que no habrá una solución hasta que termine el juicio entre el Estado y la empresa Infinito Gold por un tribunal, en Washington D. C.
El mandatario expresó que el enfoque actual es proteger a la comunidad y establecer servicios, como carreteras y agua potable. Además, resaltó los pocos recursos con que cuenta el gobierno para enfrentar el problema: “No tenemos Ejército, no tenemos aviones, no tenemos drones”.
Recordó que la situación puede complicarse más debido a que al otro lado de la frontera, del lado nicaragüense, también se extrae oro en la reserva biológica Indio Maíz y si las autoridades de ese país frenan a los coligalleros, eso significa que, inevitablemente, caerán a Crucitas.
Las autoridades afirman que pese al repunte en la invasión, la seguridad de los pobladores no está comprometida porque la Policía de Fronteras y otras fuerzas del orden permanecen allí y se enfocan en proteger a los pueblos por encima de los patrullajes en las fincas.