Astrónomos del Catalina Sky Survey, en Arizona, Estados Unidos, detectaron un objeto oscuro que se movía rápidamente por el cielo, el pasado 19 de febrero, y determinaron que se trata de una “miniluna” nueva de la Tierra.
Conforme pasaron los días, investigadores de otros seis observatorios de todo el mundo identificaron el objeto, llamado 2020 CD3, y calcularon su órbita. Ellos confirmaron que ha estado unido gravitacionalmente a la Tierra durante unos tres años.
Un anuncio publicado por el Minor Planet Center, que monitorea los cuerpos pequeños en el espacio, afirma que “no se ha encontrado ningún vínculo con un objeto artificial conocido”, lo que implica que es muy probable que sea un asteroide atrapado por la gravedad de la Tierra al pasar.
Este es solo el segundo asteroide que se sabe que fue capturado por el planeta como una “miniluna”: el primero, el RH120 del 2006, estuvo entre setiembre del 2006 y junio del 2007 antes de escapar.
La nueva luna tendría entre 1,9 y 3,5 metros de diámetro, o aproximadamente el tamaño de un automóvil, por lo que no es rival para la luna principal de la Tierra.
Da vueltas alrededor del planeta una vez cada 47 días en una órbita ancha, de forma ovalada, que en su mayoría desciende mucho más allá del camino de la luna más grande.
La órbita no es estable, por lo que eventualmente 2020 CD3 será arrojado lejos de la Tierra.
“Estamos alejándonos del sistema Tierra-Luna mientras hablamos”, dice Grigori Fedorets en la Universidad Queen’s de Belfast en el Reino Unido y parece que escapará en abril.
Sin embargo, hay varias simulaciones diferentes de su trayectoria y no todas están de acuerdo: se necesitan más observaciones para predecir con precisión el destino de la “miniluna” e incluso para confirmar que definitivamente es una luna temporal y no una pieza artificial.