La salida intempestiva de Paola Hernández como subdirectora de Diario Extra sorprendió al medio periodístico en la segunda semana de marzo del 2021.
Como es usual en una renuncia impensada y motivada por otras razones, el argumento es sencillo de adivinar y se confirma en un texto que la periodista compartió en redes sociales con sus contactos cercanos: “La decisión de mi retiro de esta empresa la hago por varias razones personales y profesionales”.
Cabe destacar que la frase trillada de “me dedicaré a proyectos personales” no la detalló en un largo escrito en el que muestra su “respeto por siempre” a la familia Gómez Quesada.
Iary, propietaria de la corporación e hija de William Gómez Vargas (qdDg), un pionero de la comunicación en el país, ejemplo para decenas de periodistas y formador de redactores talentosos, hizo yunta con Hernández desde mayo del 2010.
Pero, ¿qué pasó? ¿Qué motivó a Hernández a renunciar sin tener plan B? ¿Fue un higadazo?
Al menos cuatro fuentes cercanas de Extra confirmaron a ¡Qué Torta! que Iary y Hernández sostuvieron una discusión fuerte antes de que la periodista decidiera irse.
No fue una renuncia forzada; fue totalmente voluntaria ante una situación insostenible que hirió a Hernandez en lo más profundo del corazón.
En el intercambio hubo ataques personales a tal punto que una frase fue la que sacó completamente de quicio a Paola. Este medio no la reproduce para no herir susceptibilidades, pero afecta a un familiar de la exsubdirectora. No hay precisión de si hubo forcejeo o no entre ellas.
Y esta versión, que es real, toca ciertas fibras sensibles en las protagonistas.
En los últimos meses, la relación se había deteriorado un poco, debido a la salida de algunos redactores de la empresa, cuando desde la administración de Extra despidieron a todo el personal y recontrataron a la mayoría, en ciertos casos, por la mitad del salario que recibían.
Esta movida se dio gracias a la polémica resolución del Consejo Nacional de Salarios, que firmó el presidente (graduado como periodista) Carlos Alvarado Quesada, que tasajeó el pago a los comunicadores. Es decir, una medida que benefició a Extra para aliviar sus finanzas, medio que ha declarado abiertamente su oposición al PAC.
Entre los pasillos se manejaba cierto malestar contra Hernández desde un grupo de periodistas y la forma cómo llevaba las riendas del periódico los tenía incómodos. La situación se agravó cuando la subdirectora ordenó el despido definitivo de algunos redactores, en diciembre anterior.
Desde mayo del 2010 a la fecha, Extra ha enfrentado diversas demandas penales y civiles por publicaciones que son consideradas difamatorias. La más grave es la que tiene pendiente de asumir contra el empresario turístico Alberto Rodríguez Baldi, quien entabló una querella por $3 millones contra el medio por una serie de publicaciones falsas y que dañaron su honor.
Tanto Iary como Paola fueron artífices de dichos reportajes, que se basaron en informes falsos y manoseados de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), que son considerados como confidenciales.
Con la salida de Hernández asumió momentáneamente la periodista Sandra Cordero. Habrá que ver si el diario se endereza.