Que baje el precio de los medicamentos fue una de las promesas del Rodrigo Chaves en su camino a la Presidencia, pero que le ha resultado duro cumplirla a dos años de empezar su mandato. Chaves echó la culpa a los sindicatos, cámaras de empresarios e incluso a mandos medios de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) de la falta de avance en este tema.
El Presidente explicó que primero “nosotros tratamos de que la Caja vendiera medicinas, no las medicinas que da con las recetas normales. No, no, no, eso va a seguir siendo pagado por el seguro. Además de dar las medicinas que recetan a los pacientes de la Caja, que abriera farmacias y que vendiera al mayoreo”.
“No hubo forma. Los mandos medios, la junta directiva de UCCAEP (Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado), que tiene intereses, los sindicatos y los otros. No pudimos. Yo tuve muchas reuniones, buscamos homologación. Buenos, esos intentos no dieron fruto, pero no significa que no tengamos otros arbolitos sembrados en este momento porque este gobierno no afloja”, continuó Chaves.
El mandatario dijo que encargo al Ministerio de Salud Pública buscar “nuevas fuentes de suministro, de oferta de medicinas, en el país que no sean las farmacias, que no sean las droguerías tradicionales y que no sean los laboratorios tradicionales”.
También dejó claro que “cuando uno toca intereses de este tamaño es lógico que haya resistencia”, puesto que “la industria farmacéutica genera utilidades monstruosas en este país”. Sin embargo, insistió que no se va a regular el precio para evitar provocar escasez, pero estudian regular el margen de ganancia que se obtiene de la venta del producto.
Datos del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC) mostraron que en 2019 el 60% del mercado de importación y distribución de medicamentos estaba en manos de tres distribuidoras, que a su vez son dueñas de las principales cadenas de farmacias y laboratorios del país con lo cual se permiten vender medicinas hasta a 10 veces su precio.