Ricardo Rosselló le puso punto final a su carrera vergonzosa como gobernador de Puerto Rico en medio del escándalo bautizado como “Telegramgate”.
El político renunció al puesto doce días después de que se filtraron 889 páginas de capturas de pantalla de una conversación de un grupo de chat del que formaban parte once funcionarios (todos dejaron sus cargos) y que estaba lleno de burlas, insultos, comentarios homofóbicos y machistas.
En un discurso de casi 14 minutos le explicó a la Isla del Encanto y al mundo las razones de su salida, que será efectiva el próximo viernes dos de agosto, a las 5 p. m.
De acuerdo con El Nuevo Día, uno de los diarios más importantes de Puerto Rico, Rosselló es el primer mandatario puertorriqueño que sale de La Fortaleza (residencia oficial del gobernador) sin que medien elecciones generales.
“A pesar de contar con el mandato del pueblo que democráticamente me eligió, hoy siento que continuar en esta posición representa una dificultad para que el éxito alcanzado perdure”, expresó.
El gobernador tomó la decisión “luego de escuchar el reclamo, hablar con mi familia, pensar en mis hijos y en oración”.
Según Rosselló, optó por renunciar el 2 de agosto para atender “asuntos pendientes que viabilicen una transición ordenada”.
“Culminaré mi mandato y daré paso al proceso de sucesión establecido por nuestra Constitución para juramentar a quien, en ese momento, corresponda completar el proyecto trazado para este cuatrienio”, sostuvo.
Los puertorriqueños ejercieron presión desde el primer día que se dieron a conocer las conversaciones que los indignó. Incluso, el cantante Ricky Martin se unió a las voces de protesta y exigió la salida de Rosselló.
El funcionario anunció su renuncia horas después de conocerse que el informe del presidente de la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez, para determinar si existen las bases jurídicas para un juicio político en su contra y concluyó que se cometieron cinco delitos relacionados con el chat de Telegram.
La conclusión de los tres juristas convocados por Méndez fue unánime.
Del total de delitos (recopilación ilegal de información, conspiración, amenazas, discriminación, incitación a la violencia y enriquecimiento ilícito), cuatro son de carácter grave y uno, menos grave e implica depravación.
Con información de El Nuevo Día.