El presidente, Carlos Alvarado Quesada, le “perdonó” una pifia de ¢3,7 milloncillos a la ministra de Justicia, Marcia González, al atrasarse en el pago de cuatro periodos del impuesto a las casas de lujo y ordenó al gabinete en pleno que estén al día “con sus obligaciones”.
Si el caso no lo destapan los periodistas Diego Bosque y Josué Alfaro, del medio ameliarueda.com, es muy probable que la jerarca le mantuviera el perro amarrado a la administración tributaria.
“He instruido a todos los jerarcas revisar sus obligaciones tributarias. Todos deben estar al día. La Ministra de Justicia y Paz ya canceló sus obligaciones. Le he solicitado estricta revisión de todas sus responsabilidades tributarias”, tuiteó el mandatario.
De acuerdo con la información divulgada por el sitio web, la funcionaria se “bailó” las consultas frecuentes que le hicieron desde noviembre sobre la deuda que mantenía con Hacienda en los periodos 2016, 2017, 2018 y 2019.
No fue sino hasta enero anterior que González sintió que el asunto era insostenible y corrió a pagar ¢3,7 millones (intereses incluidos) más el periodo 2020 para ponerse al día y una vez que saliera la información todo se viera en orden.
González preside la sociedad Bajo del Sapoa Grande S.A, propietaria de la mansión donde ella vive, en Pozos de Santa Ana. El inmueble está valorado en la Municipalidad en unos ¢200 milloncillos.
“Ante la consulta de un medio de prensa, acudí a Hacienda para indagar mi estado tributario. Fue en ese momento que me percaté que sí me correspondía pagar este impuesto, a pesar de que mis asesores tributarios me habían indicado que no. Cometí un error y apenas me enteré de la falta, procedí a cancelar mis obligaciones tributarias con los respectivos intereses”, indicó la ministra.
