Daniel Barquero Rivera, un funcionario administrativo de entera confianza de la viceministra de Relaciones Exteriores, Yorleny Jiménez Chacón, alista maletas en Dubái para regresar al país.
Al abogado solo le dio chance de tomarse un “cafecito con oro”, en el hotel Emirates Palace, de Abu Dabi. Esa tacita le pudo haber costado unos $22, a no ser que alguien lo haya invitado o la vaya a cobrar como parte de los viáticos que le asignó el gobierno.
Lo cierto es que Barquero se hizo famoso por un bendito video que subió en su perfil de Facebook que circuló de forma explosiva por las redes sociales, donde alardeó sobre el gustazo que se estaba pegando en ese país, uno de los más caros del mundo.
Ese fallonazo le costó bastante caro, pues el joven se iba a quedar dos meses en Dubái; Navidad y Año Nuevo los recibiría en Medio Oriente.
Sin embargo, ante el escandalazo que se armó, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto tomó cartas en el asunto ante un pedido de la Presidencia y le informó que se regresara de inmediato para abrirle un procedimiento administrativo “en aras de establecer si existe mérito para la imposición de responsabilidades”, indica un comunicado oficial.
“Se había tomado la decisión de nombrar al funcionario temporalmente para reforzar la Embajada que en este momento es unipersonal y que se prepara para la visita del señor presidente, la cual es una actividad de interés nacional.
“El costo total de este movimiento en caso de haber permanecido el periodo planeado habría sido de aproximadamente $16.000 comprendiendo boletos y salario, sin incluir menaje ya que no era necesario. Se optó por esta vía debido a que implica un ahorro de aproximadamente $4.000 respecto a enviar a un funcionario con viáticos”, expresa la Cancillería.