Operaban en San José y Escazú, buscaban su clientela sobre todo entre jóvenes en bares y otros lugares de diversión. Vendían al menudeo variedad de drogas sintéticas como éxtasis, ketamina y metanfetamina. También fentanilo, conocida como la droga zombi, era otro de los productos de la banda que las autoridades desarticularon en tres allanamientos.
Los operativos tuvieron lugar en tres viviendas ubicadas en Tibás y San Sebastián en San José, y otra en La Guácima de Alajuela. Participó la Policía Control de Drogas (PCD), la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) y la Unidad Especial de Intervención (UEI), con el apoyo de la DEA de los Estados Unidos.
Las autoridades decomisaron ₡8 millones y $14.000 en efectivo, encontraron además 1.100 pastillas de fentanilo. Cuatro personas fueron detenidas: un colombiano nacionalizado costarricense de apellido Valdivia era el cabecilla, además agarraron a otro colombiano de apellido Martínez y a dos ticos de apellidos Hernández y Arroyo.

El Ministerio de Seguridad Pública (MSP) puso énfasis en que los capturados constituyen la primera organización en el país que comercializaba fentanilo. El ministro Mario Zamora dijo que al parecer en una de las viviendas convertían la pasta base en pastillas y la mezclaban con otras drogas.
El fentanilo se usa como medicamento contra el dolor. El viceministro de Salud, Mario Urcuyo, explicó que en Costa Rica su uso solo está autorizado como líquido que se inyecta en hospitales. No obstante, esta sustancia también se consume en tabletas, spray nasal, gotas oftálmicas, entre otras formas no autorizadas, detalló Urcuyo.
El Fiscal General, Carlo Díaz, dijo que el fentanilo es sumamente adictivo y actualmente es la droga más potente que se encuentra en el mercado, 50% más fuerte que la heroína. Los policías que decomisaron las dosis tuvieron que usar equipo especial porque basta el contacto para sentir el efecto de la droga.
El viceministro Urcuyo manifestó que el fentanilo deprime el sistema nervioso, respiratorio y cardiovascular, aunque en ocasiones lo mezclan con otras drogas que lo estimulan para compensar este efecto. Puede provocar la muerte con dosis muy bajas y en pocos minutos.
Urcuyo explicó que el consumo de fentanilo ha crecido mucho en los últimos, principalmente en los Estados Unidos. Es fácil de fabricar y de comercializar e implica bajo costo, a lo que se agrega que genera adicción con solo una dosis pequeña. Además está el riesgo de venderlo como medicamento.
El fentanilo causa somnolencia y afecta la capacidad motora, en consecuencia los afectados tienen el cuerpo flácido y se mueven como zombis. El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos indicó que en 2022 unas 73.654 personas murieron por sobredosis de fentanilo.