Los policías de Fronteras Santiago Méndez Tenorio, Jonathan Zúñiga Arguedas y Vianey Vásquez Molina bebieron guaro en un bar de Pocosol de San Carlos poco antes de la desgracia que se presentó en la comunidad de Carrizal de El Concho.
“Ellos pasan a tomar licor a un bar con los uniformes y las patrullas en una situación bastante lamentable, que no debe ser”, comentó el ministro de Seguridad, Michael Soto, en un audio que circula por WhatsApp y que se desconoce con quién compartió el jerarca.
De acuerdo con la versión del ministro, los oficiales salieron “un poco tomados” y en el recorrido hacia Crucitas se dio una discusión.
En el encontronazo entre los uniformados, Vásquez les metió un balazo en la cabeza a Méndez y a Zúñiga; luego se suicidó de un tiro en el lado derecho de la cabeza. El agresor falleció al llegar a la clínica local.
Otro detalle que especificó Soto es que a Vásquez le habían quitado el arma de reglamento el año anterior porque vivió un problema con la pareja y se sometió a un tratamiento sicológico. Se la devolvieron meses después.
Una de las víctimas (el ministro no precisó cuál) había pedido atención sicológica la semana anterior porque también estaba teniendo una crisis en su relación.