La ampliación de la ruta a Caldera (aún no se sabe si será a dos, tres o cuatro carriles) estaría lista hasta el 2025.
Así lo reconoció el secretario técnico de Concesiones, José Manuel Sáenz, quien especificó que el proyecto, si se desarrolla, se hará por etapas: la primera comprende del Gimnasio Nacional, en La Sabana, a la intersección de Siquiares, en Turrúcares de Alajuela. Esta iniciaría la etapa de construcción, si todo camina como lo esperado por las autoridades, a partir del primer semestre del 2021.
La segunda parte comprende entre la intersección de Siquiares y la de Atenas y entre Orotina y Caldera. Mientras que la última sección será entre la intersección de Atenas y la de Orotina.
Es un tramo de 72 kilómetros y costaría $585 millones.
Otro dato que reconocieron las autoridades es que definitivamente subirán los costos del peaje en cada tramo. André Garnier, ministro de Coordinación con el Sector Privado, no indicó el monto, porque aún no hay un estudio final sobre cómo impactará la obra sobre los precios, pero manifestó que el gobierno aportará un porcentaje para que el aumento no sea considerable.
Ni Sáenz, ni Garnier precisaron de cuánto será la inversión que hará el Estado en la ampliación.
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez Mata, y el director general adjunto de Globalvia, Carlos González Álvarez, firmaron este miércoles una carta de entendimiento para el proceso de negociación de los estudios que permitirán la ampliación.
Casa Presidencial informó que el acuerdo tiene como propósito establecer los términos y condiciones que permitan a las partes acordar y firmar el o los convenios complementarios necesarios para la ampliación y construcción de diversas obras adicionales en la carretera, que se extenderán desde La Sabana hasta Caldera.
Garnier destacó que después de un análisis exhaustivo se llegó a la conclusión de que la solución para ampliar la vía es mediante una adenda al contrato de concesión con Autopistas del Sol (Globalvía).
Si se toma la decisión de no desarrollar el proyecto deberá hay una cláusula en el contrato que establece que se le deberá reembolsar a Globalvía la inversión en los estudios, que pasarán a ser propiedad del Estado.