El tico Yader Triguero Hernández Hernández, de 28 años, permanece en fuga desde el Martes Santo, cuando se descubrió que había asesinado a su compañera sentimental, Johana Flores Abaunza, una nicaragüense de 48 años.
A la mujer la encontraron enterrada ese día en el patio de la casa que habitaba la pareja, en el barrio Ermita de Dolores, en León, Nicaragua.
Los familiares de la víctima sospechaban que algo malo ocurría con ella desde el jueves 11 de abril anterior, la última vez que la vieron.

Hernández degolló a Johana, le quebró las manos y las piernas y la sepultó sin ropa. El hombre puso encima del sitio donde introdujo el cuerpo unas cuantas cajas de refrescos.
El cadáver lo halló Yolanda Francisca Centeno Flores, de 28 años, y su esposo, Orlando Flores Mercado, cuando revisaban minuciosamente todo el patio de la casa, después de que los vecinos les alertaron por un olor fuerte que se percibía en el ambiente, detalló el medio nicaragüense radio Nueva Ya.

Para despistar, el asesino se puso a pegar volantes en la comunidad para pedir ayuda sobre el paradero de su mujer, cuando ya la había matado.
Las autoridades nicaragüenses alertaron a los puestos fronterizos en caso que el asesino huyera hacia Costa Rica; hasta el momento no hay información que permita ubicar al sujeto y familiares de la mujer creen que se encuentra en algún lugar de Nicaragua.
Johana y Yader empezaron la relación hace unos cuatro años, llevaban año y medio viviendo en León y no tenían hijos en común, informó el diario La Prensa de Nicaragua. Johana deja cuatro hijos que procreó con una pareja anterior.
“Ella vivía frente a nuestra casa. La fuimos a buscar para ir a ver a nuestra abuelita que estaba en el hospital, pero el marido de ella nos dijo que había ido ese día a Managua para ir a tramitar unos papeles de una cédula. A nosotros nos extrañó eso”, contó Oliver Flores, sobrino de la mujer, al diario La Prensa. Eso ocurrió el viernes 12 de abril. Desde entonces no se supo más de Johana.