Alberto Fernández, candidato del Frente de Todos y quien representa al legendario movimiento peronista en Argentina, es el presidente electo del país sudamericano.
El político consiguió un 48,01% de los votos contra un 40,47% del presidente, Mauricio Macri, quien representaba a Juntos por el Cambio. Los porcentajes corresponden a más del 95% de las mesas escrutadas.
El resultado supone un empoderamiento de los kirchneristas. La fórmula presidencial del Frente de Todos la completa la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En su discurso de la victoria, Alberto Fernández sostuvo con fuerza que “el gobierno volvió a manos del pueblo, el gobierno está en manos de los argentinos”.
El presidente electo hizo un llamado al gobierno brasileño de Bolsonaro para que libere a Lula da Silva (expresidente que se encuentra en prisión por escándalos de corrupción al recibir sobornos de empresas para el otorgamiento de contratos).
Las elecciones generales se realizaron en medio de una profunda crisis social y económica agudizada tras la “ayuda” financiera acordada entre el gobierno de Macri y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De acuerdo con los informes del Instituto Nacional de Censo y Estadísticas (Indec) durante los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri se incrementaron los índices asociados a la pobreza multidimensional, la precarización laboral y una aguda caída de la calidad de vida de la mayoría de los argentinos.
El gran fracaso de Macri fue no vencer la volatilidad económica en Argentina con una devaluación acelerada del peso frente al dólar y un crecimiento considerable en los precios de la canasta básica.