Un agente de la Sección de Cárceles del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) recibía buen billete de una narcobanda con tal de que avisara con anticipación dónde y cuándo sus compañeros harían un operativo.
El negocio se le cayó al investigador al ser detenido por los oficiales de la delegación regional de San Ramón de Alajuela.
De acuerdo con la información de las autoridades, el soplón provocaba que la mafia sacara la droga de donde la almacenaba y la pusiera en otro lado para no caer.

Los agentes desarticularon a todo el grupo, compuesto por cinco hombres y dos mujeres entre los 29 años y 50 años, quienes se dedicaban al narcomenudeo.
Según el OIJ, la investigación le tomó más de un año y determinó que la organización vendía crack, marihuana y cocaína en parques, bares y licoreras del cantón alajuelense.
Las autoridades realizaron allanamientos en Caritas (allí cayó el líder), en Concepción y Copán. También cayeron en un ámbito del centro penitenciario de El Roble, de Puntarenas, para trasladar a un reo, quien presuntamente formaba parte de la banda y repartía droga en la cárcel.