Después de un mes de que sí, de que no, de que sí, de que no, al fin Gustavo Alfaro se decidió a renunciar a la dirección técnica de la Selección de Costa Rica.
La Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) anunció oficialmente la salida del argentino este viernes 9 de agosto del 2024 en un escueto comunicado de prensa.
“Agradecemos a don Gustavo y su equipo de trabajo por su dedicación durante el tiempo que estuvieron al frente de la selección costarricense”, detalló la organización.
Esto quiere decir que la Fedefútbol recibirá unos $375.000 por concepto de la cláusula de rescisión unilateral del contrato que aplicó Lechuga.
¿Quién va a echar la harina? La Asociación Paraguaya de Fútbol ya tiene todo listo para anunciar la llegada de Alfaro y asumirá el pago de ese menudillo.
El técnico ni siquiera pudo despedirse de la afición y es lo mejor, porque así la Federación se ahorra papelones, como los que ocurrieron con Jorge Luis Pinto, Gustavo Matosas y otros más.
El argentino llegó muy foforón a asumir el puesto, el 9 de noviembre del 2023, e incluso se fue en pura labia.
Aquí algunas frases:
- “Me gusta esta chance de venir a Costa Rica”.
- “No siempre en estas cuestiones, son cuestiones económicas”.
- “Mis pretensiones económicas no son superiores, y no tengo ningún problema en bajar, porque lo moviliza es el desafío”.
- “Yo estoy contento acá con el desafío”.
- “Para nosotros, la cuestión económica no es una cuestión prioritaria, es una cuestión secundaria”.
- “Nosotros venimos acá, absolutamente, por el desafío deportivo”.
En este cierre de novela, Alfaro solo quedó como un hablador, aunque está bueno que se vaya a redondear, junto con su cuerpo técnico, unos $3 millones anuales, tres veces más de lo que facturaba aquí.
Además, o se iba o se iba, porque el presidente ejecutivo de la Fedefútbol, Osael Maroto, andaba malo, malo con el hombre.
El plan B temporal de la organización es que Claudio Vivas, quien recomendó a Alfaro, asuma la Sele de nuevo.